El lago Natrón ubicado en el norte de Tanzania, África, podría llamarse tranquilamente el lago de la muerte, porque sus aguas saladas son tan ricas en carbonato de sodio, que petrifican a los animales que mueren en ellas.
El lago debe su nombre a la sustancia que usaban en el proceso de momificación en el antiguo Egipto.
El fotógrafo encontró todo tipo de pájaros y otros animales muertos en las orillas del Natrón. La mayor parte mueren al impactar contra sus aguas debido al perfecto reflejo que hacen del cielo. Los minerales del agua petrifican los cadáveres hasta convertirlos en espeluznantes momias.
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